lunes, 24 de octubre de 2011

"Revanchas laborales" (insuficientes) para un obrero del siglo XIX

Después de años y años de trabajar a sol y sombra, te moriste pensando que la esclavitud nunca se había abolido, sin esperanzas. Sin embargo, en el siglo XX llegó San Perón y con él las vacaciones (pagas, sí sí, 15 días al año te rascás el toor y seguís cobrando), el aguinaldo, las jornadas de 8 horas y algún que otro beneficio.
Resucitaste ahora, a principios del siglo XXI, y descubrís que nos seguimos quejando porque, la verdad, nos importa poco que vos la hayas pasado peor que nosotros. Los 15 días de vacaciones no alcanzan para nada; y las 8 horas nunca son 8. Estar todo el día sentado ante una computadora no deja de ser una bosta aunque vos te hayas fumado jornadas inaguantables de pie ante una máquina a vapor y el aguinaldo se liquida en Navidad por el consumismo exacerbado de nuestros sobrinos siempre ávidos de juguetes.
Pero no pretendo desmoralizarte, no quiero que luego de tu milagrosa resurrección tengas ganas de volver six feet under, por eso te enumero las principales acciones de resistencia de un empleado moderno, las pequeñas revanchas que no minimizan la plusvalía, pero...

1) Destinamos un 45% del tiempo a declarar que "nos gusta" algo que nuestros "amigos" cuentan sin ningún tipo de pudor ni gusto por la privacidad (nos la pasamos boludeando en Facebook, bah).
2) Dos veces por día, siempre y cuando la limpieza del toilette lo permita, echamos minisiesta en el retrete, utilizando el porta-rollo de papel higiénico de almohada.
3) Cada 3 o 4 semanas, nos agarramos "unas líneas de fiebre" que nos impiden ser de la partida.
4) Organizamos reuniones lejos de la oficina a las 11 de la mañana para "ir directo desde casa" y dormir 2 horitas más, o a las 4 de la tarde para que "no tenga sentido volver porque voy a terminar cerca de las 6".
5) Aprovechamos para imprimir los módulos de la facultad, las recetas de Doña Petrona o las tablaturas de todas las canciones de los Beatles.
6) Escribimos en nuestro claramente pedorro blog en pleno horario laboral.

1 comentario:

  1. Qué triste, hago todas. Algún día voy a escribir un post sobre excusas por las cuales falto al trabajo. Algunas son realmente muy orginales...

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